En el año 2020, cuando estalló la pandemia del coronavirus, los millennials no se lo podían creer. Les había vuelto a pasar. Otra crisis, y también de proporciones históricas (el mayor desplome del PIB desde la Guerra Civil). A la generación Z —nacidos entre 1997 y 2012— el virus les chafó alguno de sus mejores años como estudiantes, pero su entrada en el mercado laboral ha sido triunfal. O, al menos, la más exitosa en más de unos quince años.
El proceso vital de los millennials y de los zoomers ha sido muy diferente. Los primeros crecieron al calor de la burbuja inmobiliaria, pero se toparon con la gran crisis al inicio de su carrera laboral. Los Z crecieron entre crisis, pero su incorporación al mercado laboral está coincidiendo con un momento de gran expansión económica. Es la España de los más de 21 millones de ocupados (este verano se quedará cerca de los 22 millones).
Dos realidades diferentes que están permitiendo que la situación económica de la generación Z sea mejor de la que tuvieron los millennials a su edad. La mayor parte de los zoomers aún está estudiando, pero los primeros tienen ya 25 años. Esto hace que ya sea posible empezar a comparar las dos generaciones en el mercado laboral. Y los datos son incontestables.
La tasa de paro a la que se enfrentan los zoomers es menos de la mitad que la que sufrieron los millennials. Es cierto que los millennials ha sido una generación con grandes diferencias económicas, porque los que nacieron a principios de los 80 llegaron al mercado laboral en pleno auge económico, mientras que los más rezagados, sufrieron el golpe de la doble crisis. Para realizar las comparaciones se ha dividido la generación millennial en tres grupos distintos: iniciales, nacidos en la primera mitad de los 80; intermedios, nacidos en la segunda mitad de los 80; y finales, nacidos en la primera mitad de los noventa.
La tasa de paro juvenil a la que tuvieron que enfrentarse los millennials en los años de la crisis financiera llegó a superar el 50%. Esto es, más de la mitad de los que querían trabajar estaba en el paro. Eran los años de la gran emigración juvenil a Europa en busca de oportunidades, porque la crisis de casi seis años que vivió España les impidió encontrar un trabajo.
La generación Z, por el contrario, llega al mercado laboral con una tasa de paro juvenil del 25%. Esto es, menos de la mitad. Aunque el desempleo todavía es muy elevado en comparación con otros países, no lo es tanto si se compara con otras generaciones españolas. Por ejemplo, los últimos niños de la generación X tuvieron una tasa de paro juvenil próxima al 20% a pesar de que se incorporaron al mercado laboral en años de buen desempeño económico, coincidiendo con el cambio de siglo. España arrastra graves problemas de paro juvenil desde los ochenta, por lo que el 25% actual no es una cifra excesivamente mala.
Si se observa cómo han evolucionado las tasas de ocupación de los universitarios también se aprecia una clara mejoría en los últimos años. Los zoomers pueden ponerse a trabajar nada más terminar la carrera, incluso sin hacer un máster, algo que era imposible para los millennials. El 55% de los titulados universitarios del año 2018 ya tenía trabajo un año después de graduarse, cifra que es diez puntos superior a la que tenían los millennials al finalizar la crisis financiera. Esto es, las posibilidades de trabajar nada más acabar la carrera de los zoomers han aumentado, al menos, un 25%. Y eso que todavía no hay datos disponibles de los años del boom del empleo.
Si se observa cómo han evolucionado las tasas de ocupación de los universitarios se aprecia una clara mejoría en los últimos años
Una tasa de paro juvenil del 50% marca sociológicamente a toda una generación. Para los millennials, el empleo es un privilegio, porque les tocaron años en los que era imposible conseguir uno. Por el contrario, para los zoomers es un derecho, o una obligación. El contexto en el que los jóvenes llegan al mercado laboral ha cambiado drásticamente en los últimos quince años. En la actualidad el debate en el empleo gira en torno a la reducción de la jornada laboral, las subidas del salario mínimo o los problemas de vacantes que sufren las empresas. Si la economía prosigue su recuperación, esto dará origen a un gran cambio de mentalidad en la juventud, desde la resignación de los millennials a la exigencia de los Z, avanzan los expertos.
Los zoomers van a tener otra gran ventaja respecto a los millennials: el empleo público. Las administraciones se pasaron una década sin hacer contrataciones y reduciendo el número de trabajadores públicos, desde 2009 hasta 2018. Dos factores provocaron esta situación: la crisis económica y la saturación de las plantillas públicas. Pero desde el final de la pandemia, las oposiciones se han reactivado y el sector público vuelve a ser un dinamizador del empleo juvenil. En primer lugar, por las necesidades de mano de obra tras una década de tasa de reposición. Y, en segundo, porque el grueso de los trabajadores públicos está al final de su vida laboral.
Ambos fenómenos han comenzado. De hecho, el número de trabajadores del sector público de entre 20 y 24 años subió en 2023 al nivel más alto desde 2011 con algo más de 70.000 ocupados. En la próxima década se jubilarán decenas de miles de funcionarios y sus plazas saldrán a oposición. Será una salida más para los zoomers, que tendrán acceso al empleo público que estuvo vetado para los millennials.
Subidas salariales
Por primera vez desde la burbuja inmobiliaria, las empresas están teniendo que competir por atraer talento joven. Y la forma de hacerlo es con salarios más altos. Los datos también revelan un importante incremento de los ingresos de los zoomers respecto a los que tenían los millennials a su edad.
El salario real medio de los jóvenes entre 20 y 24 años fue de 13.200 euros en el año 2021 según los registros del INE. El dato es muy bajo, pero hay que tener en cuenta que muchos jóvenes siguen estudiando a esas edades y tienen sólo trabajos temporales o a tiempo parcial. Si se compara con el salario que tenían los jóvenes una década atrás, la retribución ha aumentado casi un 17% en euros reales (esto es, salarios corregidos de inflación).
Esto es, a la vez que ha mejorado sus probabilidades de encontrar un trabajo, está mejorando su remuneración. Es probable que esta mejora esté relacionada con las subidas del salario mínimo profesional (SMI), dada la incidencia que tiene entre los más jóvenes. Sea cual sea la causa, la realidad es que sus ingresos están mejorando de forma significativa. Y eso que esta información todavía no recoge los años del boom del empleo.
Los datos de la incorporación de la generación Z al mercado laboral todavía son escasos, pero todos apuntan en la misma dirección: están mucho mejor de lo que lo estaban los millennials a su edad. No podía ser de otra manera, ya que la economía ha mejorado mucho en la última década. Es más, los millennials también han prosperado mucho en este periodo. Eso sí, para ellos es difícil recuperar el tiempo perdido y siguen cargando con la losa de los años que no pudieron acumular experiencia ni mejoras salariales.
Los Z también lloran
Siempre hay un pero, y los zoomers no se salvan. En su caso es la vivienda. Su situación en el mercado laboral es mejor que la de los millennials, pero eso no les garantiza vivir mejor. La escalada del precio de la vivienda provoca que una buena parte de la mejora salarial de los jóvenes acabe en el bolsillo de los propietarios que les alquilan las casas. Y eso para quienes tienen la suerte de poder independizarse. Por el momento, casi la totalidad de los zoomers sigue viviendo con sus padres. La emancipación en España se ha retrasado hasta más allá de los 30 años.
Para los zoomers, la vivienda va a ser su verdadero imperio romano. Por mucho que mejoren sus tasas de ocupación y sus salarios, la vivienda siempre tendrá capacidad para subir más. Si la situación de los jóvenes mejora, eso significará que también lo hace el conjunto de la economía y existirá demanda para que los precios de la vivienda sigan subiendo.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F9b7%2F13f%2Fb73%2F9b713fb73995e02f535f62114f474938.jpg "La 'generación Z' adelanta a los 'millennials' y ya viven mejor que ellos a la misma edad (1)")
TE PUEDE INTERESAR
Julie Jargon Ann-Marie Alcántara
Pero hay una esperanza para ellos: el aumento de la promoción inmobiliaria. Si los distintos gobiernos (municipales, autonómicos y estatal) se conciencian en la importancia de aumentar el stock de vivienda, todavía es posible llegar a tiempo para contener los precios en los años en los que los zoomers lleguen a la edad de emanciparse, esto es, dentro de unos cinco años.
Hasta ahora han recibido muchas promesas por parte de los poderes públicos, pero pocos hechos concretos. Lo único que han visto, hasta el momento, es cómo el gasto público se concentra en las pensiones y a ellos les suben las cotizaciones sociales. ¿Serán capaces de movilizarse para defender sus intereses o vivirán resignados como los millennials?
